Colas
kilométricas para comprar productos básicos y la crisis de violencia desatada
marcan las elecciones, publica ABC de España
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Doce
Aprender a no
desesperarse en la cola de un supermercado o una farmacia es casi tan útil en
Venezuela como conseguir el permiso de conducir. Con el desabastecimiento, la
inflación disparada y los precios trucados, un producto vale tanto o más por
los minutos o incluso horas de espera que por lo que aparece marcado en la
etiqueta. Cada semana, los venezolanos van de media a cuatro supermercados
distintos y dedican cinco horas a las compras de productos básicos, según
Datanálisis . En las elecciones parlamentarias de este domingo, las colas, esta
vez para votar, jugarán un papel decisivo en el futuro del país y del
subcontinente, que parece vivir un cambio de ciclo: Argentina se ha despedido
del peronismo de los Kirchner y el dúo Rousseff -Lula se tambalea con el juicio
político a la presidenta de Brasil. Todo dependerá de si son más largas en los
estados más afines al chavismo o en los de la oposición.
Hugo Chávez
siempre presumió de la unión de los países latinoamericanos en torno a su
proyecto de la Gran Colombia, como un intento serio de cumplir el sueño de
Simón Bolívar . Durante sus casi 15 años al frente de Venezuela, el
omnipresente Chávez consiguió cambiar las reglas no solo de su país sino de
gran parte de Iberoamérica. Tenía en sus aliados regionales un fuerte apoyo
para seguir adelante pese a su guerra dialéctica con Estados Unidos. Su
sucesor, Nicolás Maduro , en la cuerda floja por una crisis económica y social
que va siempre a peor, heredó ese cinturón de seguridad, pero su petróleo no le
otorga tanto poder como antaño.
« El petróleo
como arma diplomática ha muerto », dice a ABC el mediático economista Daniel
Lacalle, quien cree que la sobrecapacidad del mercado petrolero le resta
«influencia» a los productores tradicionales. El clímax político del chavismo
coincidió con el precio del crudo por encima de los 120 dólares, como en verano
de 2008, antes del crash de Lehman Brothers, cuando alcanzó los 145 dólares el
barril de Brent .
A tyre repairman waits for clients next to a
sign that reads “Compressed air is not Free “, in Caracas December 2, 2015. Venezuela will hold parliamentary elections on December 6.
REUTERS/Nacho Doce
Desde mediados
de 2014, el petróleo no ha parado de bajar hasta los 45 dólares actuales.
Frente a ello, y a la desesperada, Maduro pidió en la reunión anual de la
Organización de Países Emisores de Petróleo (OPEP) que se subiera hasta más de
80 dólares. Fue tomado a risa por sus socios. «La compañía estatal Petróleos de
Venezuela (Pdvsa) gasta miles de millones de dólares en subvencionar a Cuba y
Petrocaribe. En realidad, no estamos hablando de que el precio esté bajo con
respecto al coste de producción, sino que hay países que necesitaban un precio
superior, como es el caso venezolano», agrega Lacalle, que dice haber estado en
tres reuniones de la OPEP.
Las encuestas le
otorgan a la oposición más de 20 puntos de diferencia frente al oficialismo.
Algo insólito desde la llegada al poder del chavismo en 1999. La década de los
2000 significó la pujanza de varios estados latinoamericanos así como de sus carismáticos
líderes. El histórico aumento de ingresos por materias primas impulsó la
carrera de políticos como «Evo Morales, los Kirchner, Uribe, Correa, Lula y por
supuesto Hugo Chávez», según recuerda Francisco Monaldi, economista del think
tank estadounidense Baker Institute. «Ahora, la bajada de ingresos ha traído el
desplome de sus valoraciones y el caso de Venezuela es mucho más extremo al ser
más dependiente», agrega.
«Atado y bien
atado»
El boom
petrolero mejoró enormemente la calidad de vida de los pobres en Venezuela,
pero en una situación irreal e insostenible, argumentan los expertos
consultados. «El aumento de la tasa de homicidios (de un 58% con respecto a
2008) no depende del precio del crudo, pero sí la pobreza (del 26,7% en 2008 al
48,4 de 2014, según una encuesta de tres de las principales universidades
venezolanas) del desastroso manejo económico del Gobierno. Aunque Chávez siga
bien valorado por casi la mitad de los Venezolanos, Maduro (24%) sí que se
siente acusado por la mayoría».
Antes de las
últimas elecciones que ganó Chávez y la posterior de Maduro, en 2012 y 2013
respectivamente, el chavismo tiró la casa por la ventana en campaña electoral y
pudieron ganar influencia con la Misión Vivienda, según recuerda el experto en
el sistema electora l venezolano de la Universidad Carlos III Manuel Hidalgo.
«El chavismo jugaba hasta hace no mucho con la variable del precio del
petróleo, " si esto cambia hacia otoño mejoraremos "».
En este punto
coincide la consultora política venezolana Carmen Beatriz Fernández, quien
recuerda el dicho de Venezuela no ha tenido malos y buenos gobiernos, sino
bajos y altos precios del petróleo: «El barril a 120 dólares sostuvo la mala
gestión de Chávez pero a Maduro le ha estallado en las manos», añade. Fernández
habló para ABC junto a sus compatriotas Tomás Páez, sociólogo, y Xavier Reyes,
analista político, antes de la mesa redonda organizada por Casa América
"Venezuela vota". «La implosión de la economía venezolana no va a
implicar necesariamente la implosión del régimen, lo tienen atado y bien
atado», avisa Reyes. Recordaron que antes de la llegada de Chávez al poder el
barril se vendía a tan solo 7 dólares.
Twitter, la
mejor farmacia
La campaña de
Maduro tiene tres elementos: miedo de perder lo ganado, la imagen de Chávez
(omnipresente) y el elemento confusión, según analiza la consultora. «Se han
creado partidos ad hoc e incluso se han expropiado partidos como MIN Unidad ,
creando una tarjeta clon, que según una encuesta interna, confunde al 7% de los
votantes de la MUD». Por su parte, Páez compara la lucha entre oficialismo y
oposición con un campo de fútbol inclinado y con el árbitro a favor del equipo
local.
El sociólogo
asegura que Venezuela ha recibido en los últimos 15 años «cinco veces el
ingreso de los 40 años anteriores», es decir, más cerca de dos billones de
dólares, mientras que antes fueron 437.000 millones. En este tiempo, dice
citando al Instituto Nacional de Estadística venezolano, su país ha perdido «el
50 por ciento del parque industrial, entre el 12 y 15% del parque empresarial,
sin olvidar que tiene la inflación más alta del mundo» (el 159% según
estimación del FMI). En Sanidad , apunta, «el promedio de camas por 10.000
habitantes ha pasado de 33 (en 1964), (a 15 en 1996) a 8 o 9 ahora». Según la
OMS, a nivel de América Latina la media es de 30 camas. «Y en la educación, el
gobierno dijo que queria convertirla en un instrumento de la revolución».
Mercadillo de
carne congelada en Caracas – AGENCIAS «El chavismo no solo se gastó el boom de
precios, sino que además se endeudó porque todo el mundo prestaba fácil a
Venezuela. La popularidad del presidente Chávez estaba correlacionada con el
precio del petróleo, era todo un fenómeno de popularidad que mantiene cotas en
torno al 50%, mientras que Maduro no pasa del 20%», apunta Héctor Vanolli,
exrepresentante permanente del Centro Carter en Venezuela antes de su
disolución en el país caribeño. « Venezuela lo hizo peor que cualquier otro
país de la OPEP, excepto por Libia», concluye.
En este descontrol,
la mejor farmacia de Venezuela es Twitter. Ante el profundo problema de
desabastecimiento tanto en alimentos de primera necesidad como de medicamentos,
miles de venezolanos desesperados se manifiestan en esta red social para que
algún otro cibernauta pueda facilitarle dónde se encuentra el establecimiento
que vende las pastillas que necesita. «A quien pueda ayudarme, si es tan
amable, necesito Valcote (indicado para el tratamiento de episodios maníacos
asociados con el trastorno bipolar) para un familiar. Agradezco información por
esta vía. Gracias», escribía en Twitter un ciudadano; tuit que tuvo una gran
difusión en la red social. Desde hace varios meses se han creado cientos y
cientos de cuentas con el objetivo de ayudar a encontrar los medicamentos por
medio de donaciones o simplemente mencionando la farmacia que lo tenga. En
cambio, se han denunciado todo tipo de fraudes además de suponer un riesgo para
la salud.
«La sociedad
civil se encuentra huérfana y por ello se forman mundos alternativos como las
redes sociales», apunta Hidalgo. Los venezolanos son especialmente activos en
Twitter y Facebook, como medio de lucha más allá del control de los grandes
poderes. Este domingo pueden volver a hacer cola, pero para cambiar su país en
las urnas.
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